Pero a veces ocurren cosas que nos dan motivos para ello. De todas formas he empezado a pensar una cosa:
No rendirse hasta el último momento forma parte del camino.
Y prometo que aunque me cueste demasiado, no tiraré la toalla en bastante tiempo, no, seguro que no me rendiré.
De verdad, no os hacéis a la idea lo que duele ir en contra del viento, como ir bajo un paraguas un día de tormenta, sabiendo que debes avanzar y todo te lo impide. Todo se derrumba, pero sabes que lo que te espera seguro merecerá la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario