No es que sea nadie para quejarme de la madurez, no soy muy maduro que digamos, pero sí puedo quejarme de una cosa: Ser maduro no significa ser mayor, más bien, como diría mi padre, Madurar es saber qué está bien y está mal en cada momento. Sentirse mayor no es nada de lo que uno pueda enorgullecerse, o por lo menos, ir predicando por ahí lo mayor que es uno.
Solemos confundir estas cosas, y muchos creen que el hecho de fumar, beber y cargarse su vida poco a poco es ser adulto. ¿Qué guay estar siempre de bronca con mis padres, no?,y qué bien eso de poder llamar a mis amigas zorras o guarras. Lo peor es que luego exigimos cosas que realmente son ridículas.
Ir de borde, de gilipollas por la vida nos hace sentir más maduros, más machotes y mas guays. Nos hace sentir mejor que los demás y hace creer que los demás están a nivel del suelo.
Esta actitud, en vez de demostrar lo maduro que es uno, denota lo imbécil, inmaduro, borde y gilipollas que se es. Es más, cuando uno se comporta así, se puede decir que se han perdido 10 años de madurez. Es como volver a tener 5 años, ya sabéis, peleas por cosas tontas y estas cosillas.
Nada que ninguno de nosotros no haya podido comprobar con nuestros ojos.
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