jueves, 9 de diciembre de 2010

Mirar atrás



Podemos decir que el pasado es todo aquello que hemos dejado atrás en el tiempo.
Podemos dejar atrás muchas cosas, el primer beso, nuestro décimo cumpleaños, la primera comunión, nuestra graduación, un aplauso en público, una sonrisa…
Nos cuesta pasar página de muchas cosas, mejor dicho, nos cuesta olvidar cosas que nos han marcado de forma triste, que nos han hecho enfadar o sencillamente que hubiéramos preferido no tener que vivir.
Lo que pasa es que por alguna razón nos marcan más los momentos peores que aquellos que nos han hecho llorar de alegría.
Pero es algo curioso, ¿Qué sentido tiene? ¿Acaso no nos merece la pena pasar más tiempo siendo felices que lamentándonos por cosas pasadas?
La solución es fácil, conformarse con poco y darse alegrías por cosas que merezcan la pena, y sobre todo pasar por alto todo aquello que nos hace sentir peores.
Y sobretodo, algo fundamental, cuando hacemos felices a los demás, aprendemos dos cosas: la primera a ser feliz, y la segunda que a veces, cuando alguien sonríe, nos sentimos más felices que cuando sonreímos nosotros mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario