Al rato empecé a ver gente, veía sobre todo gente de mi edad, pero que no conocía de nada. Sólo podía oír gritos, insultos y dos pegándose.
Decidí pasarlo por alto, pero al rato de seguir andando, ocurrió lo mismo, volví a ver otro grupo de chavales, y siempre decían lo mismo, "Falsa, eres una guarra, no se qué, no sé cuanto…" ya como empecé a darme cuenta que me alejaba de casa, decidí volver.
A la vuelta, volví a ver a los dos grupos pero algo muy diferente, ya no discutían, el grupo se había dividido a la mitad. Los que quedaban todos estaban llenos de heridas y moratones, y era obvio que se acababan de pelear.
En ese momento decidí morderme el labio para ver si lo estaba soñando, pero al contrario, creo que estaba despierto y empezaba a darme cuenta de cómo se mueve el mundo.
Bienvenidos al siglo XXI, donde todos somos unos cabrones y no podemos solucionar las cosas ni hablando ni tan siquiera dejando pasar las cosas y perdonarnos. Además para demostrar que somos mejores que los demás tenemos que pegar, abofetear y acuchillar a los demás; si no lo hacemos, ya no somos nadie.
En fin…
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