No, lo siento.

Querer renunciar a las cosas que más queremos porque sabemos que es la mejor solución es una de las decisiones más duras, y da la sensación de que hagas lo que hagas, siempre sales perdiendo.

Renuncia obligatoria

Querer algo, desear algo, necesitar algo, y tener que decir que no es lo peor.

Crítica social

Podría pasarme horas y días hablando de cada gilipollas que anda suelto… De esos que cuando te ven no dicen "hola", y cuando se van no se despiden.

De esos que escupen a la calle o de los que se dedican a tocar los cojones por puro placer.

Podría hablar de política, de inmigración y de economía. Y también podría hablar de nuestro sistema educativo, que en vez de enseñar, entretiene a los alumnos enseñándole cosas que realmente nunca les servirán para nada (que se lo enseñen en la universidad que para eso está…).

Podría parecer un viejo cascarrabias que dicen que todo tiempo pasado fué mejor. Pero ese no soy yo. Paso, no tengo ganas de criticar sólo por criticar. Ya habrá tiempo para eso. No sé cuando, pero ahora no es el momento de criticar a nadie.

How I Met Your Mother

Una de las mejores de todos los tiempos. Así de fácil.

¿Qué mas da todo eso?

¿Y qué importa si perdemos cada segundo? Puedo estar perdiendo el tiempo, vale: ¿Y qué?. Nadie es nadie para opinar qué es o qué no es perder el tiempo.

Si yo quiero perder el tiempo tumbado en el suelo contigo ¿Quién me lo va a impedir?, qué mas da que perdamos el tiempo si para nosotros es disfrutarlo cada minuto, cada segundo. Ya habrá tiempo para todo lo demás.

No es una utopía, es querer vivir de otra forma

#Desproporcionado

Las cosas nunca pasan como deberían. Los que menos se lo merecen son los que más dinero tienen, mientras que los obreros y trabajadores que se dejan la piel día a día no cobran ni una milésima parte.

Los músicos que empiezan en la nada, tocando en bares tienen mucho más mérito que gran parte de los cantantes de los 40. A ellos se lo tan todo hecho, en cambio al pobre músico pobre no le dan nada, mas que un eurillo de propina por tocar 3 horas en la calle.

Pero así es el juego, y así hay que aceptarlo.

Arriba, abajo. Boca arriba, boca abajo.

Cualquiera me dice la de cosas que iban a pasar. El tiempo pasa, y todos cambiamos, las cosas cambian, la vida cambia. Los días se hacen más cortos, luego más largo. Pretender pensar que nada va a ocurrir es demasiado pesimista.

Hace unos meses yo mismo lo pensaba. Claro, los demás ven tus problemas como una tontería: dicen que te ahogas en un vaso de agua. Los problemas de los demás siempre parecen menos problema. La experiencia es algo que se gana solo. Sólo a base de vivir, a golpe de palos y a fuerza de sonreír se aprende. Nadie nace con experiencia, y aquí estamos todos viviendo en el aire: inseguros por no saber qué nos depara el mañana.

Quizás mañana nos parezcan problemas que hoy consideramos tonterías, y a lo mejor hoy no nos preocupamos por cosas que ayer nos parecían un mundo.

Vivir y aprender. Es uno de los placeres de la vida: poder aprender todos los días algo nuevo.

Ce blog est moi

Bueno, este soy yo. Jesús Cantoral. Un quinceañero que le da por contar su vida con un blog. Escribe historias, escribe canciones, escribe poemas que nunca leería en alto e incluso escribe cartas para alguien que no conoce.

Nunca me arrepentiré de escribir un blog, y cuando me arrepienta jamás diré "Fuá, total si nadie lo leía". Esto a mí nunca me ha importado. Mi blog es mi pequeño rinconcito del mundo. Aquí guardo todos los recuerdos y las memorias que algún día me encantaría recordar. Comprendo que quizás a nadie le resulte interesante; son cosas muy personales y bueno, todos somos distintos, cada uno disfruta como quiere.

Eso sí, algo puedo garantizar: cada letra, cada frase, cada verso, cada saludo y cada despedida son míos. Todavía recuerdo cuando una vez me dijeron "Pero si todo eso lo copias de internet". Ahí me entraron ganas de romper sillas en cabezas. La originalidad nos define, el blog será malo, no tendrá gancho ni interés: pero es mío. Aquí disfruto escribiendo. Comparto mi vida y mis experiencias. Me encanta aprender cosas nuevas todos los días, y al llegar a casa echar un ratito escribiendo: es genial.

Tampoco recuerdo el momento exacto cuando empecé el blog, y todavía dudo si realmente merece la pena que alguien lea todo esto, pero eso ya no depende de mí.

Bienvenido a mi blog, y gracias por la visita! ;) El blog soy yo, yo mismo. 100% yo.

Accidentally in love

Ya no tengo miedo. No estoy inseguro, y tampoco me preocupa mucho que el tiempo pase. Me basta con 5 minutos al día contigo.

Me has enseñado a quererme por cómo soy, y que no me preocupe si hay quien no me valore por cómo soy, ya hay gente maravillosa que te quiere por cómo eres.

Sí hay un mañana y no me preocupa, estoy disfrutando todavía de la puesta de sol. No corras. Detén el tiempo y disfruta también. Nos valen sonrisas también.

El futuro está ahí, y no está hecho para tenerle miedo, si total, va a llegar queramos o no queramos. Mejor no tenerle miedo ninguno. ¿Qué más da si no somos como los demás? ¡Seguro que lo pasamos mejor que ellos! Sí, vale, quizás ellos parezcan que son mejores y tal, pero ¿qué mas nos da? Seamos felices a nuestra manera, rompamos las reglas que siempre ha habido. ¿Predestinación? ¡Y una mierda! ¿Antiguas y nuevas ideas? ¡Vivamos las nuestras propias! ¿Etiquetas marcadas por la edad, el sexo, la belleza, la ideología o la religión? ¡A borrarlas todas con típex!

Vivamos como siempre habíamos querido y nunca nos habíamos atrevido por miedo a lo ya establecido. Rompe con todo y sé como tú eres.

Vivir y aprender

Aprender a golpe de palos creo que ya forma parte de todas nuestras vidas. Las cosas no siempre salen como uno quiere. En el juego y en la vida hay veces que se gana, otras que se pierde y otras en las que ni siquiera se sabe. Son las reglas del juego y hay que aceptarlas tal cual, sino, no juegues.

Sí, perder sienta mal, y cargar con una derrota es duro, pero siempre que se pierde se aprende algo nuevo. Lo que no mata, nos hace más fuerte.

Pues nada, que gracias por las molestias y tal, y sigamos aprendiendo todos los días algo nuevo.

… y reilusiones

Cuando pensamos que todo se nos cae encima nunca pensamos que podamos estar mejor, es decir: creemos que siempre vamos a estar igual de mal.

Se nos olvida que sí hay un mañana y que la tormenta se amaina con el tiempo. No es que todo lo solucione esperar, aunque sí es verdad que el tiempo ayuda.

En fin, que empiezo a ver el horizonte y total: ya habrá muchas otras oportunidades y momentos que recordaré.

Aunque el cielo siga nublado, siempre es mejor pensar que algún día volverá a brillar el sol. Llorar y sólo pensar que todo nos va a salir mal es tomar el camino fácil, mejor aceptar el reto de sonreír cuando parece imposible.

Desilusiones…

Tengo ganas de correr a una pradera, tirarme al suelo y no decir nada. No tengo ganas de dar explicaciones, ni de decir nada. Sólo tengo ganas de no hacer nada. ¿Para qué, si todo en lo que confiaba y creía se ha esfumado delante mía?

Creedme cuando os digo que la desilusión de pensar que algo iba a ser genial y al final en sueño se ha quedado es horroroso y desesperante.

Me has hecho pensar que todo aquello nunca fué nada, sencillamente fueron detalles sin ningún valor. Cosas que se hacen por hacer. Pero nunca entenderé por qué.

Aun así, te sigo echando de menos aun sabiendo que no hay ninguna ilusión.

La historia se repite, y no puedo más.

No escribo

Últimamente no escribo, pero todo tiene una explicación: no me apetece escribir, no por nada, sino porque estoy disfrutando como nunca.

¿Qué hacer?

¿Qué se supone que tengo que hacer cuando no te veo, si cuando no estás aquí te recuerdo más que de respirar?

Si cuando te digo "adiós" todo el mundo se me derrumba, y se me ocurren pocas torturas que la sensación de alejarme de tí.

¿Qué hago si no puedo ver esos ojos durante un día?, si un día sin hablar contigo ya no es un día.

Por favor, acércate a mí. Déjame mirarte a los ojos y pasemos 25 horas al día hablando: yo dejaré de respirar sólo por ganar tiempo mirándote.

Pasado está

No te asustes, ni temas por tu pasado. El pasado ahí se queda, en el ayer. Muchos recuerdos juntos, en una misma caja: la caja del ayer.

Toma sólo lo feliz del pasado, lo que todavía te hace reír. No juzgues nunca por el pasado, quédate en el presente. No es que el pasado no sea importante, pero todos tenemos el derecho a cambiar y a mejorar cada día.

Nuestra gran meta

Un joven aventurero se dispone a ascender un ochomil en oriente. A mitad de la montaña, entre resoplo y resoplo decide tomar un respiro. Allí encuentra a un viejo monje, y como tiene la sensación de estar perdido, decide preguntarle por el sendero.
-¿Crees que voy por el camino correcto?
-Bueno, todo depende por el camino que quieras ir, mejor dicho, depende de a dónde quieras llegar.
-¿Y crees que todos los caminos tienen su fin? ¿Llegaré a dónde desee llegar?
-Esa es una pregunta que quizá no tenga respuesta, pero conseguir alcanzar el fin de ese camino es nuestra mayor meta, nuestra razón de ser.
-Ya, pero, ¿Y cómo sé que no me equivoco de camino?
-Desgraciadamente en la vida no vas a encontrar mapas, pero sí personas que pueden ayudarte, esos son tus amigos, por supuesto no van a aclararte la ruta, ni quitarán piedras por tí, pero puedo asegurarte que ellos serán quienes te ayuden.
-Pero no sabría por donde ir si el camino se divide en dos…
-Claro que no, pero tu corazón y tu cabeza sabrán ayudarte. Las decisiones nunca son fáciles, pero todas tienen solución, aunque lleven a muchas renuncias.
-Creo que aun así estoy perdido.
-Claro que lo estás, pero si te digo por dónde llegar y cómo, ya no eres tú el que llega a la meta, es un viejo al que has encontrado por el camino: esto te hará llegar a una meta falsa; es como si volvieras a la salida sin nunca haber empezado.
Así, el viajero continuó, un tanto desconcertado. Al poco de empezar a andar no comprendió las palabras del monje, pero poco a poco, cuando empezó a ver la cima de la montaña comprendió todas y cada una de las palabras del monje. Y es que, todos tenemos una meta en la vida, quizás muchas pequeñas, pero una gran meta en definitiva, será como un reto. ¿De qué sirve hacer todo lo que hacemos si no es para cumplir nuestros objetivos?
Por lo tanto, antes de rendirnos, siempre tenemos que recordar que tirar la toalla antes de llegar es de vagos, y es intentar ir por el camino fácil, pero es el camino que siempre acabará en un abismo. Escoge tu camino, y poco a poco recórrelo, cúmplelo, siempre acompañado, pasito a pasito, y lucha cada día, así, podrás decir algún día: Yo llegué a la meta.

Nuestra gran meta

Un joven aventurero se dispone a ascender un ochomil en oriente. A mitad de la montaña, entre resoplo y resoplo decide tomar un respiro. Allí encuentra a un viejo monje, y como tiene la sensación de estar perdido, decide preguntarle por el sendero.
-¿Crees que voy por el camino correcto?
-Bueno, todo depende por el camino que quieras ir, mejor dicho, depende de a dónde quieras llegar.
-¿Y crees que todos los caminos tienen su fin? ¿Llegaré a dónde desee llegar?
-Esa es una pregunta que quizá no tenga respuesta, pero conseguir alcanzar el fin de ese camino es nuestra mayor meta, nuestra razón de ser.
-Ya, pero, ¿Y cómo sé que no me equivoco de camino?
-Desgraciadamente en la vida no vas a encontrar mapas, pero sí personas que pueden ayudarte, esos son tus amigos, por supuesto no van a aclararte la ruta, ni quitarán piedras por tí, pero puedo asegurarte que ellos serán quienes te ayuden.
-Pero no sabría por donde ir si el camino se divide en dos…
-Claro que no, pero tu corazón y tu cabeza sabrán ayudarte. Las decisiones nunca son fáciles, pero todas tienen solución, aunque lleven a muchas renuncias.
-Creo que aun así estoy perdido.
-Claro que lo estás, pero si te digo por dónde llegar y cómo, ya no eres tú el que llega a la meta, es un viejo al que has encontrado por el camino: esto te hará llegar a una meta falsa; es como si volvieras a la salida sin nunca haber empezado.
Así, el viajero continuó, un tanto desconcertado. Al poco de empezar a andar no comprendió las palabras del monje, pero poco a poco, cuando empezó a ver la cima de la montaña comprendió todas y cada una de las palabras del monje. Y es que, todos tenemos una meta en la vida, quizás muchas pequeñas, pero una gran meta en definitiva, será como un reto. ¿De qué sirve hacer todo lo que hacemos si no es para cumplir nuestros objetivos?
Por lo tanto, antes de rendirnos, siempre tenemos que recordar que tirar la toalla antes de llegar es de vagos, y es intentar ir por el camino fácil, pero es el camino que siempre acabará en un abismo. Escoge tu camino, y poco a poco recórrelo, cúmplelo, siempre acompañado, pasito a pasito, y lucha cada día, así, podrás decir algún día: Yo llegué a la meta.

Basta!

Tira el lápiz si no eres capaz de escribir más,

porque forzar las situaciones es peor que hacerlas mal:

es saber que te estás equivocando y no querer remediarlo.

Basta!

Tira el lápiz si no eres capaz de escribir más,
porque forzar las situaciones es peor que hacerlas mal:
es saber que te estás equivocando y no querer remediarlo.

#1000

Gracias, por estar siempre ahí, y por ayudarme a expresar lo que ni siquiera puedo entender. Por acompañarme cuando no hay nadie, y siempre por escuchar lo que me ocurre sin esperar nada a cambio.

Gracias.

Indescriptible

Nada que las palabras puedan explicar. Que las sonrisas puedan mostrar, y nada que las lágrimas puedan ahogar.

Cosas que son indescriptibles, cosas que ni las canciones nos puedan enseñar. Cosas y experiencias que hay que vivir.

Ayudadme que creo que no puedo con tanto.

Correspondencia con el aire

Querido amor:

Hoy te he visto de nuevo en el parque. Sólo ha sido un instante, y de repente has desaparecido. Pero en ese momento has conseguido que mi cabeza de vueltas, que sonriera pensando en nada, y que recordara aquella canción tan especial.

Y luego volví a casa, no fui capaz de dormir y empecé a escribir esto. Una carta con todas esas cosas que todos pensamos y sólo unos pocos son capaces de leer en voz alta sin miedo a ser juzgados.

Sólo espero que estés bien, cuídate y no hagas las cosas por ser una más, sino por ser tú misma; esa persona tan especial para mí.

Esa persona por la que pasaría tantas noches en vela, tocaría tantas canciones, y recogería una a una todas las estrellas del cielo.

Pero bueno, tampoco quiero enrollarme, ya te diré todo lo que siempre he querido decirte cuando nos veamos.

Disfruta, a tu manera

Llamadme raro, pero quiero vivir las cosas de otras formas.

No quiero desperdiciar los momentos, las primeras veces, las segundas, las terceras y así hasta la última vez.

Disfrutar cada milésima, sonreír con cada tontería, llorar con cada alegría, saltar con cada emoción…

Reírme del fracaso, que los que pretenden hace fracasar, alegrarme para los que no se alegran, ayudar a los que necesiten ayuda, y aliviar el dolor de quien necesite una aspirina para el corazón.

Cantar cada canción, memorizar cada película, dejarme los dedos tocando el piano, contar cada gota de una tormenta, respirar cada gramo de aire y disfrutar con todas esas tonterías que a todos nos gustan.

Ahora te toca, ¿Quieres venir y pasamos un rato disfrutamos juntos?

Euforia

Todo da igual. ¿Qué más da si todo va mal? ¿Fracaso? ¡Es lo mismo!

Ahora nada importa, me siento eufórico. Queda mucho verano por disfrutar. ¿Futuro? ¿Pasado? ¡Olvídalo! El pasado ahí se queda, en el pasado, y el futuro ahora no me preocupa.

Ganas de vivir, soñar, correr y disfrutar. Como un subidón de adrenalina.

Hola mundo, este soy yo!

Olvida las palabras

¿De qué nos sirven las palabras, si nos entendemos con miradas?

Olvidémonos de los nombres, de todo y cuanto sabemos decir.

Olvida el español, el francés, el inglés, el alemán, el portugués, el japonés y el chino, olvida todo.

Digámoslo todo con gestos, abrazos, besos, miradas, sonrisas, lágrimas y caricias.

¿Alguien es capaz de describir todo lo que se siente cuando dos personas especiales se miran?

Ese momento cuando dos enamorados, o sólo dos amigos se miran, y sonríen a la vez.

Salir a la calle con amigos y sentir que hoy va a ser el día, hoy es tu día.

La rabia contenida, las lágrimas derramadas cuando todo te sale mal y necesitas escuchar aquella canción tan especial.

Esa felicidad, esa sensación, ese cosquilleo en el estómago cuando recuerdas su mirada.

La nostalgia de recordar todos aquellos buenos (y no tan buenos) momentos del pasado.

Cuando crees que todo iba a ser igual, llega esa persona, ese momento, ese lugar.

Y el fracaso de saber que nada pasó como debería.

Seguro que no soy el único que es incapaz de describir todo esto. Indescriptible con palabras. Porque ese es el objetivo de los sentimientos: expresar todo aquello que las palabras no pueden expresar.

Vuelve, sólo vuelve

Necesito un cambio de vida. Bueno, mentira, necesito volver a la normalidad.
Volver a saborear cada minuto,
a no olvidar nunca esas memorias, sensaciones y sonrisas.
El problema es que todo ha pasado tan rápido, y lo peor,
que he intentado creer que lo había asimilado, que todo estaba
bajo control. Mentira. Intenté pensar que todo era igual,
que sólo era sumar un año a mi vida, para nada.
El tiempo me ha arrastrado, me obliga a cambiar, no tiene por que ser a peor, sólo quiere que cambie.
Y yo que me preguntaba cómo iba a ser esto, y ni siquiera lo he notado; ya es demasiado tarde. Eso sí, no me preocupa, me lo tomo como algo que iba a pasar sí o sí.
Hola, nuevo yo.