Cuando pienses que alguien te ha dado la espalda y necesites un hombro sobre el que poder llorar, ahí me tendrás.
Si algún día necesitas gritar, yo estaré dispuesto a oírte.
En esos momentos en los que la luz se apaga y crees que vas a chocarte con todo, no te preocupes, ahí estaré.
Pero lo más importante: Siempre que necesites a alguien, date la vuelta y ahí estaré.
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