En otoño siempre siempre me pasa algo curioso cuando llega la lluvia y el frío que tanto me encanta de otoño. Las hojas se vuelven amarillas, se caen y luego la lluvia se encarga de mojarlas.
La calle tiene otro aroma, las nubes parecen querer jugar a correr y las chimeneas empiezan ya a dar calor.
Todo cambia y yo no voy a ser menos. Pero no es nada malo, no me vuelvo mejor persona ni soy un ogro. A mí, en otoño, siempre me pasa algo extraño. Me da por pensar más en mis cosas, y me encanta escribir. Me gusta especialmente salir a la calle, tocar la guitarra y sacar fotos.
En otoño me vuelvo más bohemio.
Es la magia del otoño. El frío y de cómo todo cambia radicalmente. El otoño nos advierte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario