sábado, 14 de julio de 2012

No, casi seguro

Hay veces en los que un no es un sí. De esas veces que el sí está a un 50% del no. Las decisiones son lo que determina el futuro, ni el destino, ni la suerte, y muchas veces ni siquiera las decisiones de los demás.
Somos nosotros mismos los que nos guiamos, nos perdemos, luchamos, nos caemos, decidimos seguir caminando o sentarnos a respirar un poco.
Muchas veces parece que sólo hay dos salidas, un no y un sí, donde parece que el no es el camino que nos lleva a lo oscuro y el sí nos lleva al paraíso. Pero yo creo que hoy no es así.
No tengo mapas, ni brújula, ni siquiera puedo hablar de experiencia, pero hoy, para mí, me parece que el sí es la decisión fácil, la que no cuesta, la que me lleva a la felicidad, aparentemente. Porque no es oro todo lo que reluce, porque el miedo siempre está ahí, lo llevo arrastrando desde mi anterior cruce.
Hoy el no lleva al dolor, lleva al miedo, a las calles frías, a no compartir mi aliento y mirar al cielo. Pero hoy parece ser lo mejor, que a la larga todos seremos felices, porque para ser feliz es necesario no haberlo sido antes, porque para ser feliz hay que aprender a serlo y hoy me parece que el camino fácil no me va a enseñar nada.
Por eso hoy estoy más seguro que nunca de tomar el no. Quizá me arrepienta mañana, pero cuando mire hacia atrás dentro de unos años quizá me de cuenta de que ha sido lo mejor.
O eso me gustaría.

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