viernes, 2 de septiembre de 2011

Inocencia, pura y joven inocencia.



Una vez me llamaron inocente.
Y tenía razón. Creo que voy atrasado 2 años a cualquier persona de mi edad.
Todavía pienso que hacer daño a la gente es algo que, teóricamente, no se debe hacer. Si nos ponemos pedantes podríamos decir que no es "ni ético ni moral".
Pero se ve que esta idea es inocente.
Inocencia como la de aquel Jesús de 5 años que se quedaba mirando un Scalextric, un avión, un coche o un tren, sacaba la lengua hacia arriba, ponía cara de interesante y se preguntaba "¿Estas cosas cómo funcionan?"
O como la de aquel Jesús que jugaba con sus amigos y nunca pensaba en otra cosa.
Pero ahora, 10 años más tarde tal vez sea hora de replantearme todo eso.
Se ve que ahora hay que hacer daño a la gente. Ahora hay que fumarse un porro los fines de semana. Las amigas ya no son amigas entre ellas, ahora se llaman zorras.
Vale, sí, soy inocente. Pero ¿Por qué la inocencia es un defecto?.
¿Es hora de que empiece a beber los sábados vodka, ron y cerveza hasta que no me acuerde de quién soy? ¿Ahora hay que beber para crecer? ¿HOLA?
Amaral canta en una canción "Dicen que mi inocencia se ha perdido, ya no hay vuelta atrás" como si ella no hubiera sabido que la hubiera perdido, por lo tanto no sabía qué era la inocencia. Y yo tampoco. ¿Qué es ser inocente?
Realmente no tener malicia es más una cuestión de principios que otra cosa, aunque quizás no esté del todo mal que tenga más, ¿o sí?.
¿Porqué querer perder la inocencia y luego no poder recuperarla?
Ayudadme que creo que me pierdo…
Empieza otra crisis existencial, Jesús.

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