martes, 5 de abril de 2011

We aren't aware of our future

No es la primera vez que un amigo cercano me dice que soy un viejo; y bueno, tampoco es que esté muy equivocado. Pero no me llama viejo por la edad, ni me llama viejo por alguna arruga de mi frente. Dice que hablo como un viejo.
En el fondo es la forma bonita de decir "te adelantas a a los acontecimientos y crees tener 30 años cuando en realidad ni siquiera llegas a los 20". Sí, duro ¿verdad?.
Vale, quizás sea raro. Sueño con un yo del mañana con un grupo de 5 amigos, con una carrera de Ingeniería hecha, llegando a fin de mes (pero que el dinero no sobre, que la avaricia es demasiado mala), sin novia para mi desgracia, un piso (alquilado quizás) y muchas ganas de vivir.
Puede ser que estas ilusiones de un mañana me hagan pensar que vivo en uno parecido, pero mi hoy no es ni por asomo como mi mañana. Entendedme por otra parte, últimamente mi única pregunta es "¿Cómo coño serás dentro de 10 años?.
Y una última cosa, poco a poco estoy aprendiendo a vivir a mi ritmo, es decir, viviendo mi edad, pensando en el futuro, pero sin agobios, que lo que tenemos ahora es el presente.

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