Vivir y aprender

Cuantas cosas nos quedan por aprender, por vivir, por soñar, por tocar, por ver, por comer, por conocer, por besar y por amar.
Todos los días hacemos aprendemos cosas nuevas.
¿Nunca habéis pensado donde estaréis dentro de 5 años?
Pensarlo da vértigo, pero no podemos vivir agobiados por el futuro si no sabemos que hacer en el presente.

Si buscabas en Google…

…Y acabaste en el sitio equivocado, lo siento.
Bienvenido al peor lugar de internet, donde lo que no tiene sentido lo recobra y lo que tiene no parece tenerlo.

Tiro el lápiz

Escribiendo se me cae el lápiz,
y por mucho que lo sostenga
siempre vuelve sobre la mesa.
Versos fáciles que nunca escribo
canciones de amor que no compongo
y estribillos que nunca silbo.
Sonetos que no recito,
fórmulas que no calculo.
Rimas que no riman,
versos que no son pares.
Versos fáciles que nunca escribo,
canciones de amor que no compongo
y estribillos que nunca silbo.

Anuncios por palabras

Persona como otra cualquiera busca un poco de amor en un mundo que ni busca, ni encuentra ni quiere buscar. Poca experiencia, habló inglés y español. Y no se qué hacer en un futuro. Siempre dispuesto a sonreír.
Interesados (o no) id a vuestro amigo más cercano y dadle un abrazo, que se lo merecen. Y ya puestos, cuando os levantéis por la mañana, acordaos de la cantidad de gente que hace que nuestra vida sea tan genial.

Quizás, tal vez.

Hoy me hace un poco de música, ¿Qué tal algo de los 70?.

Quien ríe último…

Tengo una mente muy lógica: 1+1=2 y punto, no creo en supersticiones y para mí dios no es nada. Pero hay algo en lo que sí creo: en el Karma. De alguna forma, esto ocurre, y es que no podemos darnos por ganadores hasta acabar la carrera.

Me he demostrado que el que ríe último ríe mejor, y que el tiempo pone a cada uno en su sitio. ¿Tontos inmaduros que no te respetan ni a ti ni a los demás? Espera dos meses y ya verás.

Peligro: Consejos

Hay personas que pretender hacerte ver que tienen experiencia, que son los más adecuados para aconsejarte y para ponerse en tu piel.

Son también aquellos que creen adaptarse a cualquier situación y circunstancia, y aunque se las den de perfectos aconsejadores y personas en el fondo son un tanto insatisfechos, pero eso no quita que sean buenas personas, e inteligentes, sencillamente, hay que no creerse de buenas a primeras las cosas que dicen y aconsejan.

Incluso te juzgan como persona, aún teniendo ellos los mismos defectos, y haciendo ver que son una autoridad. Un consejo es eso, algo complementario, y otra cosa son las decisiones, que no pueden verse demasiado afectadas por los consejos.

Mucho cuidado con los consejos y con los aconsejadores, es importante tenerlo en mente.

Nuestra gran meta.

Un joven aventurero se dispone a ascender un ochomil en oriente. A mitad de la montaña, entre resoplo y resoplo decide tomar un respiro. Allí encuentra a un viejo monje, y como tiene la sensación de estar perdido, decide preguntarle por el sendero.

-¿Crees que voy por el camino correcto?

-Bueno, todo depende por el camino que quieras ir, mejor dicho, depende de a dónde quieras llegar.

-¿Y crees que todos los caminos tienen su fin? ¿Llegaré a dónde desee llegar?

-Esa es una pregunta que quizá no tenga respuesta, pero conseguir alcanzar el fin de ese camino es nuestra mayor meta, nuestra razón de ser.

-Ya, pero, ¿Y cómo sé que no me equivoco de camino?

-Desgraciadamente en la vida no vas a encontrar mapas, pero sí personas que pueden ayudarte, esos son tus amigos, por supuesto no van a aclararte la ruta, ni quitarán piedras por tí, pero puedo asegurarte que ellos serán quienes te ayuden.

-Pero no sabría por donde ir si el camino se divide en dos…

-Claro que no, pero tu corazón y tu cabeza sabrán ayudarte. Las decisiones nunca son fáciles, pero todas tienen solución, aunque lleven a muchas renuncias.

-Creo que aun así estoy perdido.

-Claro que lo estás, pero si te digo por dónde llegar y cómo, ya no eres tú el que llega a la meta, es un viejo al que has encontrado por el camino: esto te hará llegar a una meta falsa; es como si volvieras a la salida sin nunca haber empezado.

Así, el viajero continuó, un tanto desconcertado. Al poco de empezar a andar no comprendió las palabras del monje, pero poco a poco, cuando empezó a ver la cima de la montaña comprendió todas y cada una de las palabras del monje. Y es que, todos tenemos una meta en la vida, quizás muchas pequeñas, pero una gran meta en definitiva, será como un reto. ¿De qué sirve hacer todo lo que hacemos si no es para cumplir nuestros objetivos?

Por lo tanto, antes de rendirnos, siempre tenemos que recordar que tirar la toalla antes de llegar es de vagos, y es intentar ir por el camino fácil, pero es el camino que siempre acabará en un abismo. Escoge tu camino, y poco a poco recórrelo, cúmplelo, siempre acompañado, pasito a pasito, y lucha cada día, así, podrás decir algún día: Yo llegué a la meta.